El ajonjolí a pesar de tener su origen en la India, países como México aportan al mundo el 0,8% de la producción anual. Este cereal es uno de los más utilizados en papillas y en recetas saladas o dulces. Una de sus grandes ventajas es que no contiene gluten, por lo que su harina es utilizada para preparar comidas aptas para celíacos.
A muchos nos gusta comer pan con los granitos de ajonjolí encima bien tostados. Otras personas se preguntan ¿si se debe comer así o crudo? Pero es indistinto, sólo que sus sabores y texturas cambian. Su alto contenido en fibra es beneficioso para que pueda ser consumido a cualquier edad.
COMER AJONJOLÍ FAVORECE LA SALUD
El Folato es un ingrediente esencial en el ajonjolí que ha demostrado muchos beneficios para el feto en formación. Eso indica que el ser humano desde antes de nacer, ya puede ser favorecido con este cereal. A la mujer embarazada le evita cuadros de anemia, y a su bebé le ayuda en la formación de su columna vertebral, para que no sufra enfermedades como espina bífida.
Es rico en:
- Vitamina E, B, B1,B12
- Magnesio
- Minerales y Oligoelementos
- Calcio
- Cromo y Cobre
- Fosforo
- Grasas insaturadas y Lecitina
- Estrógenos y Grasas esenciales
- Omega 3 y 6
CÓMO INCLUIRLO EN LAS COMIDAS
El aceite de ajonjolí es una de las derivaciones más agradables de este cereal. Se puede utilizar para freír y aderezar. La crema es una de las favoritas para untar panes, galletas y tostadas. Las semillas se pueden ingerir en zumos licuados y enteras para enriqueces cualquier masa que se vaya a hornear, asar o freír.
Su consumo diario no ha mostrado afecciones, al contrario beneficia en casos de colesterol y glicemia altos, problemas gastrointestinales, y sobrepeso. Se han evaluado contraindicaciones sólo en casos de alergias, cuando son demostradas sí se debe eliminar el consumo por completo.
La naturaleza es sabia, nos da productos que por sí solos contribuyen a la nutrición y a la salud. Si desea conocer más, vea “Descubra las bondades del Aguacate”.