Llevar las finanzas con organización es todo un reto. Incluso si uno se siente bastante cómodo y sabe cómo ahorrar dinero eficazmente, la vida nos lanza bolas curvas cuando menos lo esperamos. Ya se trate de una costosa revisión del coche, un traslado inesperado o una reparación urgente del tejado, a muchos nos cuesta encontrar grandes sumas de dinero a corto plazo.
Cómo organizarse con el dinero
No te sientas culpable por pedir un préstamo. Como hemos dicho, hay imprevistos para los que no siempre puedes estar preparado. Pero hay formas de organizarse para sentir que controlas tus pagos.
En primer lugar, utiliza tus extractos bancarios anteriores para calcular cuánto gastas al mes en facturas domésticas, comida, viajes, contratos telefónicos, mascotas, ropa, artículos de aseo, cosméticos y actividades de ocio, además de las cuotas del préstamo. Estos son sus gastos. A continuación, calcula los ingresos de tu hogar sumando tus nóminas después de impuestos.
Tus ingresos deben ser superiores a tus gastos, así que si gastas más de lo que ganas, busca algo que puedas recortar. Lleva dinero en efectivo al supermercado para no gastar más de la cuenta y date “caprichos” como cenar fuera una vez al mes, en lugar de comprar la comida en el trabajo todos los días. Si gastas mucho con la tarjeta de crédito, prueba a utilizar solo efectivo durante un tiempo, o usa una tarjeta de débito sin descubierto. Un presupuesto y un gasto consciente te ayudarán a organizarte.
En segundo lugar
Si te agobian los retrasos en los pagos, tómate tu tiempo para domiciliar algunos recibos y hacer una organización de ellos. No solo podrás distribuir el coste de facturas periódicas como la licencia de televisión o el seguro del coche, sino que también comprobarás que los pagos se realizan en la fecha de vencimiento o antes. Puedes elegir la fecha, programarla para que se prolongue durante 12 meses (o más) y dejar que los pagos se realicen automáticamente. Organiza tus grandes facturas para que se domicilien al día siguiente de haber cobrado: de este modo, las facturas de la hipoteca y de los servicios públicos estarán cubiertas durante los próximos 30 días. Dormirás más tranquilo y sabrás exactamente cuánto te queda para el resto del mes.
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