La inflación del estilo de vida, se produce cuando se incrementa el gasto total para mantener los hábitos de vida. Esto puede deberse a un nuevo trabajo o a un ascenso que ha dado lugar a mayores ingresos, o simplemente a un deseo continuo de estar a la altura de los demás en cuanto a comprar el último teléfono, un coche mejor o incluso una casa más grande.
Para muchos, el principal problema de la inflación del estilo de vida es que, independientemente de cuánto se gane. El deseo constante de gastar más y la escalada de los costes, hacen que uno se quede atrapado en un ciclo de vivir de cheque en cheque.
¿Por qué suele ser un problema la inflación del estilo de vida?
Una de las formas en las que la inflación del estilo de vida se convierte en un problema es porque puede aparecer poco a poco:
Al principio de tu carrera, puedes permitirte gastar 5 euros en una camiseta de una tienda normal. Supongamos que empiezas a ganar 5.000 euros más y decides que puedes permitirte comprar una camiseta de 25 euros en una tienda de ropa. Cinco años después, tus ingresos vuelven a aumentar y empiezas a comprar camisetas de diseño que cuestan más de 100 euros.
En primer lugar, ¿realmente se nota la diferencia de calidad entre una camiseta de 25 euros y otra de 100, o simplemente se compra la más cara porque se puede?
En segundo lugar, si siempre te estás gastando el dinero extra que ganas en lujos de la vida. Es muy poco probable que estés planificando el futuro en términos de ahorros, inversiones y planes de pensiones.
La inflación del estilo de vida es un círculo vicioso difícil de romper.
Este ciclo de vivir de cheque en cheque significa que te quedas sin ningún tipo de apoyo financiero en caso de que ocurra algo inesperado. Por ejemplo, la reciente pandemia de COVID-19 ha hecho que muchos hayan tenido que ajustar sus ingresos y recurrir a sus ahorros.
La inflación del estilo de vida ocurre cuando los costos asociados con mantener un cierto nivel de vida aumentan con el tiempo. Esto puede deberse a una variedad de factores. Como el aumento de los precios de los bienes y servicios, los cambios en los patrones de consumo o el aumento de los costos de vivienda y transporte.
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