Tal vez ha escuchado que algunas personas de edad avanzada tienen la costumbre de tomarse un vaso de leche tibia antes de dormir. Y como los años enseñan más que muchas escuelas, ellos tienen razón. Hay estudios que avalan que una de las propiedades que ofrece es el contenido en triptófano, que produce relajación al cuerpo.
En otros apartados hemos resumido las recomendaciones de los expertos en relación al mal dormir. Es que por un lado el insomnio causa trastornos, por otro el hecho de despertarse varias veces interrumpiendo el sueño, las jornadas de trabajo cambiantes. A esto le sumamos el estrés y cualquier otra razón que altere este necesario bien, el sueño reparador.
Es alto el índice de personas padeciendo este mal y los expertos además de estudiar las causas, han investigado cómo combatirlo naturalmente. La leche fue causa de estudio. Vea “El insomnio es un mal compañero”.
UN VASO DE LECHE ANTES DE DORMIR HACE LA DIFERENCIA
La leche rica en vitaminas, minerales, calcio y de agradable sabor, es además una mezcla de “péptidos” (CTH) hidrolizado tríptico de caseína. Este compuesto mejora la calidad del sueño y alivia el estrés. De esta manera lo publica la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, los expertos sugieren que el CTH pudiese incluirse en remedios para el sueño más adelante.
A pesar de que el CTH produjo excelentes resultados durante este estudio, los expertos no descartan la posibilidad de encontrar otros alimentos que lo contengan. Quieren exponer nuevas formas para combatir el mal dormir, derivando de sustancias que no generan dependencia unas nuevas maneras para contrarrestar este terrible mal.
La sola idea de haber encontrado efectos ansiolíticos en un vaso de leche, motiva a los investigadores a avanzar en estos estudios. En este caso son varios los péptidos naturales que se muestran como pequeños trozos de proteínas. Ellos unen al receptor GABA produciendo esa sensación de sueño tan deseada por los que padecen insomnio.
Dormir es lo que espera cada cuerpo al terminar la jornada diaria. No debemos ignorar la necesidad que tiene el cerebro de descansar y de prepararse para un nuevo día.