Los dátiles son frutas que al dejarse secar en el árbol antes de la recolección, generan un aspecto de fruto seco. Pero no se confunda, esa es su apariencia natural y se logra por la acción del sol. Esta deliciosa fruta se obtiene de las palmeras de Phoenix, mejor conocida como palmera datilera. Se cultivan desde Canarias, pasando por el Sur de Asia hasta el Oriente y África.
Los dátiles crecen en climas áridos y cálidos. La palma datilera se puede dar en condiciones con climas extremos, aguanta el agua salada y el desierto, tal como indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
LOS DÁTILES Y SUS TIPOS
Esta fruta es apreciada por egipcios, griegos y hebreos por sus ricos valores nutricionales. La Fundación Española de la Nutrición (FEN) suele decir que la palmera datilera es el árbol de la vida. Aseguran a los viajeros les bastaba con un puñado de dátiles para llegar a su destino, mientras cruzaban el desierto. Sus tipos más conocidos son:
Dátil tunecino o dátil de la luz. Su piel es brillante, lisa y tiene gran demanda por considerarse de los mejores.
Dátil medjool. Este tiene la apariencia de un caramelo de café, marrón brillante pero arrugado.
Ambos tipos a pesar de sus diferencias de aspectos, son aliados a favor de la salud y la nutrición. Están enriquecidos naturalmente con magnesio, calcio, hierro y potasio. Su contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y tiene hidratos de carbono nos llena de energía ante largas jornadas o actividades que desgastan físicamente.
La visión también es favorecida con esta fruta gracias a que contiene luteína y Betacaroteno. Estos pigmentos mejoran enfermedades como las cataratas, que van degenerando la vista mientras avanzan.
El sistema muscular, nervioso y la relación psicomotora del cuerpo se favorecen, ya que se combinan en esta fruta. Sus valores nutricionales y minerales (La niacina, el potasio y la vitamina B3) son una buena mezcla para el bienestar.
Si antes comía dátiles, ahora sabe los favores que le estaba haciendo a su cuerpo. Vea “Cuidando la salud de la vejiga” e incluya otros alimentos que sanan hasta sin saberlo.
