El planeta y sus inesperados giros pueden generar temores o episodios de ansiedad ante lo desconocido. Los entes encargados del orden y de las garantías públicas hacen sus mayores esfuerzos para controlar ciertas situaciones. Pero es una decisión personal fortalecer los pensamientos y emprender cada día con ideas positivas.
Las ideas positivas hay que entenderlas como aquellas que surgen para traer consigo respuestas benefactoras. Pero considerando que las ideas se gestan en los pensamientos, debemos empezar por enfocarlos y darles rumbo hacia lo que genere ese bienestar. Repasemos un poco los términos ansiedad y estrés, de acuerdo a la opinión de algunos expertos.
LAS IDEAS POSITIVAS SURGEN COMO UNA NUEVA OPORTUNIDAD
La ansiedad y el estrés se muestran como mecanismos de defensas, ellos alertan acerca de una situación que necesita ser atendida. Estos dos componentes emocionales son tan útiles, que ni no les prestamos atención llegan al punto de aumentar sus indicadores y pueden hasta enfermarnos. Todo esto para que enfrentemos lo que ocurre y le demos una solución.
Viéndolo así, el problema no es sufrir de estrés o ansiedad, sino algo de fondo que los crea. En ese punto debemos enfocar los pensamientos con la libertad de evaluar exactamente lo que está ocurriendo. Pero ¿Cómo iniciar este proceso? Veamos la orientación de la neurocientífica Wendy Suzuki en su libro Good Anxiety.
Visualizar en positivo. Al pensar durante las mañanas y en las noches sobre alguna situación, enfoquemos el mejor resultado posible, no divagando en opciones frustrantes.
Cambiar la ansiedad por progreso. Las emociones fuertes como la ira, pueden transformarse en el impulso perfecto para echar a andar algo bueno. Utilice estas herramientas como base para seguir adelante.
Aprenda algo. Los nuevos conocimientos son favorables. Aprender es una forma de crecer.
Conversar. Hablar con alguien de confianza al atravesar episodios de ansiedad, es una manera de soltar la opresión y el peso que producen.
Cambiar el paisaje. Salir de casa y recorrer un parque o un lugar tranquilo donde se respire paz, puede ser una gran solución.
Haga publicaciones positivas. Leer mensajes positivos puede ser bueno, pero escribirlos y releerlos resulta mejor. Cada vez que diseña una buena escritura, obliga a su cerebro a pensar en ello.
Llene su cuerpo con buena vibra y aliméntese de la mejor manera. Vea “Incluya yogur en su dieta”.