La palabra superalimento parece estar incluida es los más recientes estudios y con muchas razones. Se han llevado a cabo investigaciones que describen los múltiples beneficios para la salud, producidos con la ingesta de algunas comidas. El yogur está en esa lista de productos que no solo son deliciosos, sino que se combinan con cualquier receta y aportan sus bondades al cuerpo.
La historia del yogur tal vez sea incierta, algunos historiadores apuntan a su origen en Asia Central, Turquía, Bulgaria o la Península Balcánica. Pero si hay algo cierto en los acontecimientos, son las razones que llevaron a este alimento a protagonizar un premio Nobel. De acuerdo a este reconocimiento, veamos las razones para incluirlo en la dieta.
EL YOGUR ES UNO DE LOS SUPERALIMENTOS
Elie Metchnikoff fue quien recibió el premio Nobel en el año 1908 gracias a los estudios que realizó en inmunidad celular. A través de ellos, pudo comprobar las cualidades que provee al cuerpo el yogur. En su observación vio como los lactobacilos se transforman en ácido láctico y esta acidez crea un ambiente intolerable para las bacterias patógenas.
A partir de este descubrimiento, este científico ruso defendió el concepto de que los alimentos que consumimos pueden ser suficientes defensores de nuestra salud. La lactosa que es el principal azúcar de la leche, se fermenta para generar beneficios sobre la salud gastrointestinal. Vea “Hábitos que ayudan a prevenir el Alzheimer”.
La salud intestinal favorece en casos de alergias, diarreas, cáncer de colon, infecciones por Helicobacter pylori, entre otras enfermedades. La base de estos beneficios son los probióticos que se desarrollan en la fermentación láctea. Estos inciden en uno de los sistemas más complejos e importantes del cuerpo, el sistema digestivo.
A QUE HORAS ES MÁS FAVORABLE COMER YOGUR
Por su carga energética y para que actúe durante todo el día, algunos expertos han evaluado que el mejor momento para comerlo es en las mañanas. El desayuno puede incluir un balance entre carbohidratos, fibra, lácteos, cereales y proteínas. Estos lácteos pueden estar representados en una porción de yogur, a la cual se le puede agregar miel, frutas y cereales para enriquecerlo.